Jueves 7 de julio de 2011

A pesar de ser un partido de preparación rumbo al Torneo Apertura 2011, el Clásico Tapatío edición Copa Guadalajara 2011 nacía con fuerza para iluminar la cancha del Estadio Jalisco que como en otras ocasiones recibía a las dos aficiones que dividen a la hermosa Perla de Occidente

El marcador electrónico indicaba la calidad de visitante del Rebaño, pero en las gradas parecía imponerse la estela rojiblanca, como suele suceder en prácticamente todos los estadios de la República Mexicana, y más en una casa que fue santuario rojiblanco por muchos años.

El Clásico Tapatío siempre es y será una fiesta, a la que incluso el Comité Organizador del Campeonato Mundial de la FIFA Sub 17 México 2011 estaba presente, por supuesto sin dejar pasar la oportunidad de la placa del recuerdo no podía dejarse pasar en uno de los inmuebles con más historia del futbol mexicano.

Y ahí estaba el Rebaño con su mundo particular de ausencias, pero sacando y poniendo fuerte el pecho frente a su rival de por vida, frente al que no está permitido perder desde las mismas categorías infantiles, las porras de uno y otro bando siempre serán el pastel dentro del festejo, velocidad, intención, deseos de un equipo que no distinguía edades para hacer saltar a la cancha a sus 11 rojiblancos encabezados por su capitán y Chiva de estirpe, Omar Arellano Riverón.

Fe absoluta fue la que se profesó Patricio “Pato” Araujo para en un disparo largo, sorprender al rojinegro y poner el primer tanto en el casillero para las Chivas, pero este Clásico Tapatío quería más páginas de historia y el atacante del Atlas Torres le puso más sazón al cotejo con el gol del empate.

El futbol y la vida misma le volvía a poner enfrente otra prueba al nieto de la “Pina” Arellano quien no pudo hacer efectivo el tiro penal que le costó la salida del encuentro a Lucas Ayala para dejar a su equipo con diez hombres.

Con la igualdad en el marcador el segundo tiempo vislumbraba en el horizonte un duelo igual de intenso y disputado que en la primera mitad, pero ls neutralidad se impuso en el primer partido del segundo semestre del 2011 dejando promesas de un futuro enfrentamiento entre el olor a tierra mojada, tradicional en Guadalajara.