Miercoles 22 de febrero de 2012

Buenos Aires, Argentina.- Ante el sublíder del futbol argentino, ante el mandamás del Grupo 7 de la Copa Santander Libertadores y en su cancha, el Fortín de Liniers, Guadalajara hizo todo lo necesario para recobrar su prestigio bien ganado al paso de los años en tierras australes al tener a merced al cuadro de Vélez Sarsfield.

Desde el arranque mismo del partido Chivas mostró de nueva cuenta esa explosividad y dinámica que había extrañado en últimos partidos, dominó por momentos a un Vélez sorprendido de no encontrarle manera de contrarrestar la velocidad de Omar Arellano, el desequilibro de Jesús Sánchez, la fortaleza de Patricio Araujo, el atrevimiento de Marco Fabián y la experiencia de Héctor Reynoso.

Durante los primeros 45 minutos Guadalajara compartió la tenencia de la pelota, sí, pero cuando la tuvo en su control generó las acciones más peligrosas del partido. La Pina Arellano tuvo para matar a los 12 minutos y también a los 29', Marco Fabián pudo cambiarle el rumbo al partido desde los 27' tras un tiro libre amenazante que que portero de Vélez apenas y alcanzó a meterle a mano para salvar su meta. Todas ahogaron el grito de gol de los más de 50 seguidores de Chivas ubicados en la tribuna oeste del inmueble.

El hambre del conjunto rojiblanco, esta vez ataviado de celeste, color que caracteriza el Uniforme de Gala Chivas 2012 con el que disputó el cotejo, generó ese futbol de dominio territorial y de profundidad que por momentos en el partido hizo mucho más méritos que el cuadro de Liniers por irse al frente en el marcador, pero el último toque, el puntillazo final que debió hacer Chivas para marcar en el arco no apareció.

Porque aún y cuando Vélez también tuvo para hacer lo suyo en territorio rojiblanco, con las aproximaciones de Federico Insúa, de Zapata y también de Mauro Obolo, la defensiva rojiblanca resolvió cada acción peligrosa de manera destacada, tan así que el cuadro de Ricardo Gareca hizo de todo por horadar la meta de Chivas sin tener éxito.

Finalizado el primer lapso y con la entrada del complemento, Guadalajara jugó bajo el mismo tenor, hizo lo que debía, circular la pelota, generar ocasiones de gol que pudieran hacer la diferencia en el partido y sin embargo, la misma falta de contundencia en el área fue lo que le hizo cargar con la pesada loza de las oportunidades no aprovechadas.

Porque justo a los 67 minutos, cuando en un contragolpe Vélez llevó la esférica hasta el costado derecho del área, donde Mauro Obolo apenas y alcanzó a disparar la pelota ante la barrida del capitán Héctor Reynoso, la esférica tomó fuerza y dirección de gol, Luis Michel no midió adecuadamente el disparo y por el escaso espacio que quedó entre su persona y el poste, por ahí entró el tanto que marcó el rumbo del partido.

Y aunque el marcador no lo indicara así, hasta los 67 minutos Guadalajara fue mejor, por momentos compartió la posesión de la pelota con su homónimo argentino, pero continuó con ese hambre que le demanda el no conocer la victoria en la Copa Santander Libertadores 2012, y una vez que Vélez marcó, pareció como si todo el esfuerzo del Rebaño se viniera abajo.

Porque si con el 1-0 adverso el Rebaño intentó reponerse y continuar con lo hecho durante todo el partido, sus esfuerzos quedaron sólo en intentos, porque Marco Fabián generó, Arellano también luchó, Sánchez no dejó de correr en busca de de hacer peligro, pero sus deseos se quedaron en eso, sólo en deseos.

Y hacia la recta final del partido, justo 14 minutos después de verse abajo en el marcador, Federico Insúa aprovechó una grave desatención en el cuadro bajo del Rebaño, ya que luego de una serie de rebotes dentro del área, Obolo filtró al espacio al apodado "Pocho", quien sólo y con habilitación de la zaga defensiva rojiblanca, quedó de frente al marco descubierto para convertir el segundo.

Dos minutos más tarde, tras una acción en medio campo en la que Chivas perdió la esférica, nuevamente Federico Insúa recibió solo en el corazón del área, por lo que sólo tuvo que acomodar el cuerpo para darle dirección a su disparo y vencer a un Luis Michel que hizo lo que estuvo a su alcance, pero que no logró evitar el tercero de la noche, el que sentenciaba el partido, el que echaba por tierra las aspiraciones de Guadalajara en el José Amalfitani y el que desmoronaba todo lo que durante 67 minutos se hizo con dedicación.

El tiempo restante y el agregado fueron ya una prueba de resistencia ante lo inevitable, pues aunque Guadalajara nunca renunció al ataque, la historia ya estaba escrita. Guadalajara cayó de nueva cuenta, tuvo más de la mitad del partido en sus manos y lo dejó escapar, y aunque Vélez nunca le fue superior, en tres desatenciones rojiblancas se esfumó un partido que parecía dominado.

Vélez 3-0 Guadalajara
(Mauro Obolo al 67', Federico Insúa a los 81 y 83')
Fecha Dos Fase de Grupos Copa Santander Libertadores
Estadio José Amalfitani (25 mil asistentes)

Alineaciones
Vélez
1Marcelo Barovero, 6 Sebastián Domínguez, 5 Fabián Cubero, 19 Fernando Ortiz (AM 64'), 3 Emiliano Papa, 18 Francisco Cerro (AM 31'), 8 Augusto Fernández, 16 Víctor Zapata (AM31') (Ariel Cabral 60'), 20 Federico Insúa, 7 Juan Manuel Martínez (Lucas Pratto 73') y 9 Mauro Obolo. DT Ricardo Gareca.
Guadalajara
1 Luis Michel, 18 Xavier Báez (AM 44'), 4 Héctor Reynoso, 6 Kristian Álvarez, 19 Jonny Magallón, 5 Patricio Araujo (AM 75'), 14 Jorge Enríquez (Antonio Salazar 78'), 8 Marco Fabián (AM 64'), 17 Jesús Sánchez, 9 Omar Arellano y 15 Erick Torres (Julio Nava 71'). DT Ignacio Ambriz.