1 Con la frente en alto Lun Mayo 16, 2011 2:49 pm
☆ELY CARTER☆
Leyenda
Domingo 15 de mayo de 2011
Ciudad de México.- El futbol es claro y contundente, gana el que mete los goles y no el que domina el partido, aún y cuando el rendimiento sea más provechoso y la pelota se encuentre la mayor parte del tiempo en poder del equipo, si frente al marco no se tiene la contundencia necesaria las posibilidades de seguir en la pelea son pocas.
Porque así terminó el Rebaño su participación en el torneo de Clausura 2011, con la cara en alto, luchando cada pelota hasta el final, buscando siempre la portería contraria y la forma de hacer esa diferencia que los colocara en la Gran Final por el título del Futbol Mexicano, pero el Rebaño tuvo las ocasiones y no las concretó.
De ahí que tras el silbatazo final de Roberto García Orozco, que oficializó el triunfo de Pumas por 2-0 en la cancha de CU, en los rostros de los jugadores rojiblancos se mostró esa impotencia de no haber conseguido el objetivo, pese a poner todo lo que estuvo a su alcance para poder cristalizarlo.
Porque el mediodía del domingo, desde el arranque del partido, Chivas puso de manifiesto que la explosividad ofensiva sería una de sus cualidades más destacadas, ya que encabezadas por el tridente conformado por Arellano, Medina y Torres, más el complemento de desequilibrio de Marco Fabián, Guadalajara avisó de inmediato en la puerta universitaria.
Primero Omar Arellano disparó cruzado a los seis minutos, pero la esférica escurrió por el costado, un minuto después Marco Fabián con un tiro de media distancia exigió a "Pikolín" Palacios quien logró evitar la anotación; después vendría nuevamente Fabián de la Mora para avisar con potente disparo cruzado que el gol rojiblanco merodeaba el marco de los Pumas.
Una y otra vez, mediante desbordes por los costados o con jugadas elaboradas por el centro, basadas en la habilidad y desequilibrio de los elementos generadores de futbol de Chivas, el Rebaño mantuvo constante aproximación de peligro en terreno de los locales, pero por una u otra razón, aunado a la aplicación defensiva de Pumas, la pelota se negó a entrar.
Y justo cuando Guadalajara dominaba el partido a placer, copaba los espacios en la totalidad del terreno, comandaba las acciones más claras de aproximación y de gol en terreno universitario, y sin dejar de lado el completo dominio del esférico, mismo que no le prestó a Pumas durante gran parte del encuentro, vendría un toque de fortuna para los Pumas en detrimento del Rebaño.
Pues a los 42 minutos, ya en la recta final del primer tiempo, una falta en las afueras del área rojiblanca, cargada hacia el costado derecho en relación al ataque universitario, Pumas encontraría una de las escasas ocasiones de gol que tendrían en el partido y misma que no desaprovecharía, ya que tras el tiro libre ejecutado por Javier Cortés, la pelota superó la barrera e imposibilitó a Luis Michel de poder atajarla, ya que pegada al poste izquierdo del portero del Rebaño, poco se pudo hacer para evitar la anotación.
El momento anímico del partido lo tomó el cuadro local y producto de este ímpetu de ir por más, Dante López puso a temblar el marco rojiblanco dos minutos después de la anotación, sin embargo, la esférica pegó en el poste y apagó las aspiraciones de movimiento en el marcador, mismo que prevaleció hasta el silbatazo de medio tiempo de Roberto García Orozco.
Llegó el arranque del complemento y Chivas sacó la casta, puso el extra que se necesita en los partidos de alta exigencia y que cuyo esfuerzo requiere una dosis de mayor aplicación para poder remontar un marcador que le demandaba dos goles para poder apartar su sitio en la Gran Final del Clausura 2011.
Sin embargo, aunque las ocasiones se generaron y estuvieron cerca de concretarse, la pelota no entró, el tiempo comenzó a correr en contra de los rojiblancos y por ello las ansias de acercar el marcador para tener una nueva posibilidad de disputar el título hicieron que los espacios se abrieran, que el rival tuviera desdobles de peligro y por ende, oportunidad para sentenciar la eliminatoria.
Porque en una de las aproximaciones que Chivas generó hacia la segunda mitad del complemento, cuando más apretaba a Pumas en cada palmo de su terreno, producto de los cambios estratégicos enviados desde la banca que fortalecieron el medio campo y el ataque rojiblanco, un contragolpe universitario marcó el rumbo final del partido.
Pues Darío Verón recobró la esférica fuera de su área, la llevó hasta tres cuartos del campo a base de esfuerzo y cuando el área grande estaba cerca, cedió para Dante López quien encontró el espacio por el centro de la cancha y definió con certeza para colocar el 2-0 que aunque no ponía imposible la misión para Chivas, sí la complicaba en demasía.
Ya que aún y cuando la misión eran tres goles, Chivas buscó, intentó y nunca bajó los brazos, pero a cinco minutos del final y ya con un hombre de menos por la expulsión de Mario de Luna, quien frenó con falta a Leandro Augusto en las afueras del área cuando éste ya se enfilaba a l marco de Michel, la esperanza se esfumó con el pasar de los minutos.
Y llegó la hora del silbatazo final, la hora de decir adiós al Clausura 2011, la hora en la que Chivas tuvo que abandonar la cancha de CU con el revés a cuestas y la eliminación enfrente, pero lo hizo con la cara en alto, conscientes de que se dejó todo en la cancha y que aunque las posibilidades ahí estuvieron, la falta de contundencia dictó el destino del Rebaño.