Lunes 12 de septiembre de 2011

Bridgeview, Illinois.- Al momento de pisar la cancha, el recuerdo viene de inmediato y no hay forma de no pensar en otra cosa que en aquel 5 de septiembre del 2008, cuando en un Clásico de Clásicos ante el América, sin nada de por medio en juego más que el orgullo de uno de los partidos que más arraigo tienen en el balompié mexicano, Marco Fabián hizo un gol de esos que quedan en el recuerdo para siempre.

Corría la segunda parte de aquel duelo pasado por agua, ocasionado por una tromba que azotó las inmediaciones del condado de Bridgeview a escasas horas de comenzar el choque amistoso entre los dos mexicanos, pero que no fue impedimento para llevar a cabo la fiesta futbolística que a la postre se llevaría el Rebaño por 2-0.

Aquella noche, al minuto 61', Marco Fabián ganó un rebote justo a la mitad de la cancha, un poco cargado al costado derecho con relación a su ataque, y sin pensarlo dos veces y con el olfato goleador que le caracteriza, el habilidoso mediocampista disparó hacia la meta defendida en ese entonces por Armando Navarrete, y con un auténtico golazo de media cancha finiquitó los cartones del partido.

"No pensé en nada, sólo en el recuerdo de aquel gol que le hice al América en el primer partido amistoso que tuvimos aquí", revela el habilidoso mediocampista del Guadalajara al momento de ser cuestionado sobre el primer pensamiento que le cruzó por la cabeza al entrar a la casa del Fire de Chicago este lunes por la tarde para su entrenamiento.

"Además fue un gol que se ve poco, uno desde media cancha y que siempre lo recuerdo en mi mente con mucha pasión; ese partido fue mágico, pero además fue trascendental porque fue en mis inicios con el primer equipo y fue uno de los goles que tanto había soñado con hacer y que salió en un momento crucial.

"Fue también para meterme de lleno al equipo, para quedarme; fue un bonito gol que pocas veces se ve, desde media cancha y ante el odiado rival, además de que fue en un escenario muy padre y que a pesar de que fue amistoso fue un gol que no se me va a olvidar nunca y que lo recuerdo todos los días", continuó Fabián de la Mora.

Tal es el impacto que genera en Marco Fabián el recordar aquella anotación, que aún y cuando la motivación por jugar y por anotar siempre es grande en él, tener en cuenta que en el escenario del Toyota Park ha hecho uno de sus grandes goles, es una dosis extra de motivación que quiere dejar de manifiesto la noche del miércoles ante el Fire, en lo que será la primera ocasión que el canterano rojiblanco los enfrente en un amistoso en la Unión Americana.

"En cualquier estadio me motiva el intentar las cosas, pero cuando recuerdo que en este escenario sucedió algo así, siento como que entra un poco más esa emoción de hacer las cosas, de intentar que por ahí vuelva a caer un gol parecido o tan sólo con el decir que quieres meter gol, eso es algo que siempre está en mi mente", refirió.

Al ser el conjunto del Fire de Chicago uno de los referentes en la historia futbolística de la MLS y aunado a la característica principal que poseen los conjuntos estadounidenses para el futbol, como lo es el roce físico, Marco Fabián sabe que el desequilibrio que le caracteriza a él y también al Rebaño puede ser una de las armas esenciales para poder marcar diferencia en el partido y salir con un triunfo de la cancha del Toyota Park.

"El futbol de acá es más físico, es más de fuerza, más de choque, y el jugador mexicano es más de técnica, de driblar y engañar al contrario y eso puede servir mucho porque sabemos que el buen trato de balón y el manejo siempre está por encima en el futbol, pero hay que combinar las dos cosas y por supuesto competir con ellos", finalizó Marco Fabián, quien también auguró un buen duelo futbolístico para la noche del miércoles en Chicago.