Sabado 7 de mayo de 2011

San Nicolás de los Garza, NL.- El Superlíder y una de las casas más temidas en el Futbol Mexicano han quedado fuera de la Liguilla del Clausura 2011, pues en el duelo de 180 minutos de los Cuartos de Final entre felinos y rojiblancos, Guadalajara es quien ha salido avante gracias a su esfuerzo, a su fortaleza, a su empeño por seguir adelante al dar cuenta de unos Tigres que quisieron e intentaron, pero pudo más la fortaleza rojiblanca.

Porque con los 90 minutos de superioridad en el de Ida en el Omnilife, Chivas definió la serie y sólo le bastó mostrar su potencial de conjunto en la casa de los Tigres, ante una afición que nunca dejó de alentar a su equipo, que intensificó su calidez hacia los de casa cuando se acercaron en el marcador y que tuvieron que reconocer cuando Chivas igualó a uno y sentenció el pase a Semifinales.

Un pelotazo largo desde propio terreno y hacia el área universitaria por parte del zaguero Héctor Reynoso, apenas a los cinco segundos de arrancado el partido, dejó en claro la ambición ofensiva de la cual Guadalajara había anticipado realizaría en la cancha del Universitario, ya que aún con la ventaja, el futbol ofensivo de Chivas no se detendría.

Al paso de los minutos, aún y cuando con cada toque de pelota el estadio felino se hizo sentir con abucheos generalizados, el Rebaño reflejaría que su velocidad y desequilibrio, encabezadas por Marco Fabián, Omar Arellano y Alberto Medina, eran más poderosas que la zaga defensiva de los norteños, esa que tanto pregonó ser la mejor del torneo y que Chivas, en sólo 90 minutos, le vulneró en tres ocasiones en el duelo de ida en el Omnilife.

De ahí que las aproximaciones a gol no tardaría en llegar para Chivas, pues gracias a la insistencia de buscar ampliar su ventaja en la serie, apareció la habilidad de Marco Fabián, el desborde de Omar Arellano, la siempre desequilibrante gambeta de Alberto Medina y la constante presencia en el área del "Cubo" Torres, quien aún sin pelota en los pies, atraía hasta tres tigres a su marca.

Y así como Guadalajara insistió una y otra vez en el área de Cirilo Saucedo, Tigres hizo lo propio, con la diferencia que la gran mayoría de ocasiones que se aproximaron al arco rojiblanco, o las jugadas terminaban en tres cuartos de terreno con Patricio Araujo y Xavier Báez, o se apagaban en la zaga comandada por Reynoso y complementada por Ponce, de Luna y Esparza.

En el peor de los casos, las pelotas que fueron disparo al arco, con sus atajadas Luis Michel se encargó de ahogar el grito de gol en las gargantas de los miles de aficionados norteños, como cuando Damián Álvarez disparó directo a los cuatro minutos, Mancilla al seis o aquel tiro libre que Juninho puso en el poste sobre el final del primer tiempo, misma que sentenció que en los primeros 45 minutos los equipos no se harían daño.

Y arrancado el complemento la dinámica del partido no cambiaría de estrategia, pero sí de intensidad, ya que con un Tigres volcado en demasía hacia el frente, la fortaleza de Chivas saldría más a flote y con ella aparecería una actitud de triunfo acrecentada, exponencial, esa que impulsa al Rebaño aún en escenarios difíciles y en entornos complicados.

Por eso cuando Alberto Medina tomó una pelota a unos metros de la mitad del campo, en propio terreno, y enfiló a velocidad hacia el área felina sembrando jugadores amarillos por todo su trayecto, aparecería el recurso final de los defensas, pues al ser último hombre y con una notable oportunidad de marcar, Juninho derribó al "Venado" apenas a unos centímetros del área, desde donde Mauricio Morales le mostró la roja por la acción antideportiva.

Y entonces el partido se convirtió en un constante ir y venir de la pelota en ambas áreas; Tigres trataba de ir como fuera hasta terreno rojiblanco y en contraparte Guadalajara, con una mayor cautela, mayor concentración y con superioridad numérica, ganó los duelos defensivos, encaminó en medio campo las jugadas ofensivas e hizo de su delantera una constante de peligrosidad.

Pero vendría una desatención en la marca por parte del Rebaño, misma que a pase de Damián Álvarez desde el costado izquierdo, encontró en la cabeza de Héctor Mancilla la ocasión para marcar el tanto del descuento en el marcador global y que acercaba a Tigres al Rebaño, tanto que además hacía que el partido ofreciera una dosis extra de emoción y adrenalina.

Porque Tigres echó toda la carne al asador, la tribuna puso su parte y el entorno clamaba a gritos la hombrada felina, un gol los deparaba de su objetivo final y aún con un hombre de menos hicieron hasta lo imposible para conseguirlo, pero de igual forma que como cortaron distancias, también despertaron la furia deportiva de Chivas, y luego de hacer su desequilibrante labor, a los 77 minutos Chivas encontró vía Marco Fabián un penal a su favor que auguraba un desenlace definitivo.

El goleador de Chivas tomó distancia y disparó con fuerza, Cirilo Saucedo escupió de manos y dejó en los pies de Fabián una segunda oportunidad, misma que prendió con fuerza y directo al poste, pero el rebote fue al centro del área, ahí donde el capitán Héctor Reynoso llegó solo, con astucia y determinación para empujar la pelota y marcar el del empate, el que calló al Volcán, el que le dio el pase definitivo a Chivas a la siguiente fase.

Porque aún y cuando Tigres luchó hasta el minuto final de los seis agregados por Mauricio Morales, Guadalajara supo hacer su juego, tocar la pelota y generar peligro, dificultándole así la labor a unos Tigres que sin bajar los brazos, siguieron en pie de lucha, pero nada pudieron hacer para vencer a un Rebaño inteligente, contundente y eficaz, que tiene en sus manos su boleto a la antesala de la Gran Final del Clausura 2011.